viernes, 27 de abril de 2012

archipelago

Yo Sobreviví a la ciclogenesis explosiva !
[Hace ya un buen rato que ha dejado de llover. mientras en Mercadona los trending topics toman el poder, en Pasajes el piano melancólico de Élise Turcotte lee la imagen de lo cotidiano en modo menor a la manera de Francis Ponge, El jabón

poème

y en La Oficina Helena Cortés traduce Der Archipelagus de Hölderlin, remontando el ritmo a los hexámetros griegos originales en un encomiable ejercicio de virtuosismo,

...los ritmos de cantes y bailes populares pueden ser casi idénticos al hexámetro; de hecho son comparables a un compás musical binario de dos por cuatro (no en vano los etnógrafos especulan con el supuesto de que el ritmo flamenco naciera por imitación de la cadencia del golpear monótono del martillo del herrero sobre el yunque y podría ser interesante vincular la cadencia del hexámetro con algunos ritmos del folclore universal o con el ritmo del telégrafo de Morse). Helena Cortés, El Archipiélago, “La métrica: algunos apuntes técnicos sobre el hexámetro”

nodo

finaliza su introducción refiriendo el cierre del poema

Como en un eco anticipado de ese dramático final voluntariamente silente, surgen los impresionantes versos finales de El Archipiélago. Difícil de interpretar, ese trágico y al mismo tiempo sereno y bello final: «deja que al fin yo por siempre en tu fondo el silencio recuerde». Helena Cortés, El Archipiélago, “El silencio de las profundidades”

que vislumbro todavía lejano puesto que la lectura incluye el ir y venir a las anotaciones. en cualquier caso, hoy en el metro cierro De la fatiga de lo visible, “De la congestión de las imágenes: «Y una vez más, no necesitamos tanto imágenes como volver a descender a la fuente de su necesidad.”»

blind

Certes, par leur aspect matériel, les objets offrent une présence rassurante et remplissent à peu près le même rôle d'authentification du réel que l'image. Corinne Larochelle, “Lire l'image: Le bruit des choses vivantes

blind

D'ailleurs, con olor a Vim

...il s'agit de pénétrer jusqu'au fond des mots. À l'intérieur de chaque mot, il y a des étages, tous ces ponts que l'on doit traverser. Cela ne finira jamais, car nous sommes sur un continent de mots. Élise Turcotte, Le bruit des choses vivantes, dès Corinne Larochelle

entonces, los pies descalzos. ahora, esta cálida espuma de palabras rodadas

blind

Tout bruisse, tout murmure, tout signifie dans un processus imageant incessant qui gravite autour de deux noyaux existentiels à valeur universelle : la mort et la vie.
La poétique de la juxtaposition participe de ce partage symbolique entre vie et mort. Si l’addition des images donne un poids certain à une telle division du monde, l’esthétique fragmentaire amène également le lecteur à expérimenter la disjonction des éléments du récit qui, en cela, penche significativement du côté de la mort. Marie-Pascale Huglo, “Le quotidien en mode mineur : Le bruit des choses vivantes d'Élise Turcotte