Si nunca podemos empezar nada de cero, la vida acoge múltiples comienzos. Si la historia no tiene una verdad escondida ni apunta a ningún sentido último, podemos narrar tantas historias como queramos y desde todos los puntos de vista posibles.como la calle Medellín nace en Viriato me paso por el número 31 (Casi no lo reconozco a pesar de haber vivido allí un año) y aprovecho la agradable mañana de otoño para darme un paseo hasta Olavide, conocer el Bar de Libros de y dejarme de Historias finiseculares
Marina Garcés Malas compañías
No hay comentarios:
Publicar un comentario