En Los materiales (2009) la premisa inicial (un documental sobre un pueblo sumergido en un pantano) va a ir siendo progresivamente sepultada (como el mismo Riaño) por conatos de historias (la de los fusilamientos de la Guerra Civil, la del cadáver en el maletero, la de los propios cineastas interrogándose sobre su trabajo...) y por esos materiales imperfectos (pruebas de cámara, desenfoques...) que en cualquier otra película serían, simplemente, descartes. Asier Aranzubia Cob, "Una impugnación", Cahiers du Cinéma España, septiembre 2010
después de todos ellos, la mirada de Los Hijos hacia el documental no solo cuestiona la objetividad sino que se atreve a hacerlo presentando la subjetividad rotulada sobre la imagen que va trazando, al hilo, las asociaciones que con desparpajo de espectadores voyeurs proyectamos sobre cada imagen que visualizamos
la propia mirada inquietada en los 70 minutos de Los materiales (2009) destila el tiempo encapsulado en los últimos meses hasta convertirlo en tempo propicio para paladear el eco memorioso de La huella