lunes, 8 de octubre de 2012

una de cuarenta y nueve

Mientras recorre las mesas y estanterías de la librería, el lector compara nombres y títulos, contrasta opiniones propias con otras escuchadas aquí y allí, hace apuestas y formula hipótesis, evoca lecturas previas, palpa texturas y formatos, asocia marcas, símbolos y colores; sobre todo, descarta, rechaza, olvida hasta que, al fin, elige.
Antonio Ramírez, “Un lugar para la librería que viene