lunes, 25 de septiembre de 2023

persistencia retiniana

La memoria humana está constituida como un proyector que ilumina algunas facetas, dejando en derredor una impenetrable oscuridad;...
Anna Ajmátova
en pantalla, previo a la voz, las superficies. elocuencia de piel y muro: silente diálogo que abre la película de Wang Bing sobre Wang Xilin.
Shot by French star DoP Caroline Champetier, the film shows Wang naked throughout, in the darkened surroundings of Paris’s famed Bouffes du Nord theatre, its distressed, exposed walls echoing the textures of the composer’s weathered octogenarian body. In the film’s first section, Wang descends from the balcony to the stage, where he adopts various dance-like postures, Champetier’s camera slowly wheeling around him — sometimes up close, mapping his body in the manner of a painting by Lucian Freud or Francis Bacon.
'Man In Black': Cannes Review BY JONATHAN ROMNEY
Théâtre Bouffes du Nord
como he iniciado la rentrée cinematográfica viendo El sol del futuro de Nanni Moretti, observo en la asepsia del film chino un rechazo por la violencia explícita como espectáculo compartido
Y, de golpe, el miedo, como un gran cuchillo, la había escindido. Estaba allí ante mí, abierta, como el tronco desgarrado de una ternera colgado de un gancho en una carnicería. Milan Kundera El gesto brutal del pintor. Sobre Francis Bacon.
que yo, por lo general, celebro.
Francis Bacon, meat
los retratos de Bacon son la interrogación sobre los límites del yo. Milan Kundera El gesto brutal del pintor. Sobre Francis Bacon
*

sin embargo, la energía física y la agitación mental que desprende el trabajo de Angélica Liddell me estremece, intensificando mi experiencia estética y, con sus obras, siempre me salen las cuentas. por eso, con vistas a su Liebestod. El olor a sangre no se me quita de los ojos. Juan Belmonte, estos días releo las palabras de Francis Bacon a Frank Maubert en la portada de un libro, sobreimpresas en el retrato del artista with meat (cual figurante de su propia obra)
blood
casi la misma frase completa el título de Liebestod, como explica Angélica Liddell en su libro Solo te hace falta morir en la plaza:
«El olor a sangre humana no se me quita de los ojos», es la sentencia que obsesionó al pintor Francis Bacon a lo largo de su vida. Aunque no aparece como tal en la Orestiada, Bacon la extrajo después de la lectura de la tragedia esquiliana. Dejó plasmada su gran pasión por la tauromaquia en algunos de sus lienzos más memorables.
en la que sigue la aclaración de Franck Maubert sobre el origen de la frase:
Precisión sobre el título: tras consultar varias traducciones de la Orestíada de Esquilo, no he podido encontrar la frase que citaba Bacon: «El olor a sangre humana no se me quita de los ojos», frase que da título a este libro. Me la dijo en varias ocasiones, en francés, haciéndola suya. Algunas veces me pregunto si no será una traducción del propio Bacon, más fuerte que la formulación que puede encontrarse aquí o allá (particularmente en Leconte de Lisle) para este verso: «El olor a sangre humana me halaga» (Las Euménides, escena V).
(sin dejar de escuchar a Milan Kundera con los ojos)