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miércoles, 9 de mayo de 2012

si yo fuera a nevar

los signos estacionales confinados a los escaparates. da igual, entre las páginas

...ese que somos sin saberlo y que está más enterado que nosotros de lo que nos conviene, seguía observando una prudente reserva. Era en los días de sol, a eso de las doce del mediodía cuando pasábamos por allí, y ése, que vive escondido, resguardado de las peripecias rápidas, de los instantes fugitivos que recorren y enturbian la superficie, pensaba seguramente que iba a caer la tarde y que volvería el invierno. Pierre Bergounioux, El río de las edades

(temores)

Ojos.

*

cuando las derivas del significado se vuelven instrumentos de dominación y no medios de la emancipación porque si «Las palabras pueden ser como minúsculas dosis de arsénico: uno las traga sin prestarles atención, parecen no producir ningún efecto y, de pronto, después de algún tiempo, el efecto tóxico se hace sentir» resulta acertado pensar con Javier Marías lo que comenta en Pobre perdona a rico: «Uno de los momentos más temibles de la historia de cualquier país se produce cuando a la gente empiezan a parecerle aceptables o incluso normales medidas o leyes que son completamente anómalas y de todo punto inaceptables. Suelen aparecer poco a poco, luego se van acelerando. Las primeras nunca resultan muy graves -aunque sean injustas, arbitrarias y sin sentido-, y por eso casi nadie se rebela. Pero cuesta creer que a estas alturas no sepamos que después de esas primeras vendrán otras peores, y que por eso hay que denunciar aquéllas, por inocuas que parezcan, y no consentirlas.»

ventana

Tal vez ahora, en el otoño del final del Poema, sea justamente el tiempo para leer a Hölderlin y a Sófocles, después de la tragedia, en el silencio del nihilismo que el poeta alemán barruntó sobriamente en su último verso: «deja que al fin yo por siempre en tu fondo el silencio recuerde». Arturo Leyte, Epílogo: El Archipiélago ZONA POÉTICA en Helena Cortés, El Archipiélago

Ojos.

*

nos parece ver nacer con el día un atisbo de lucidez: desperezado por las rutinas de la mañana. vislumbrar apenas la nitidez de alguna imagen

Solo ella, la imagen, es susceptible de retener el tiempo, personal y colectivo, en su huida incesante. Y solo el paseante, cabría añadir, entregado a su soñadora flânerie, tiene el don o la capacidad de acceder, más allá de los enclaves «de postal», a los lugares donde permanecen jirones de «tiempo recobrado»." Eduard Cairol, Philosophenweg Paseos filosóficos: de Rousseau a Benjamin

que instantes después y aunque la ventana permanezca cerrada, se desvanecerá con el vaho del espejo. entonces ya solo quedará tu rostro al alcance de la mano

window

Ojos.

los días los describo como una
sensación de nieve en los labios. no importa,
dices, o poco: si yo fuera a nevar
en tu libro infinito,
el mundo seguiría estando ahí.
como verano, a ser posible
Ron Winkler, Nota de diciembre

viernes, 7 de enero de 2011

ceci n'est pas un lieu

desplazarse a ciertos lugares es una manera de hacerse consciente del movimiento del tiempo; quiero decir, resulta más fácil al desplazarse a ciertos lugares hacerse consciente del movimiento del tiempo o es tal vez de la habitual inconsciencia de su paso de lo que uno se percata; acaso de que nada (nadie) es totalmente cierto. sombras en el escenario del paso dEl tiempo, escapada urbana al lugar donde no debieras tratar de volver: Dímelo en la calle.



No hay pasado ni futuro, tan sólo una serie de presentes sucesivos, un camino perpetuamente destruido y continuado por el que avanzamos todos. Marguerite Yourcenar, El tiempo, gran escultor

le passage Marguerite Yourcenar (le petit déjeuner le Grain de Sable la fenêtre les yeux les huîtres le fromage les moules la Roue d'Or les escargots les coquilles)



modo táctil STATUS: ON

sous Mes pieds rôdent sur le monde comme des insectes dans l'épaisseur d'un psautier. la pluie fond la neige. La route plate, bordée de peupliers, étirait devant eux un fragment du libre univers. Plaise à Celui qui Est peut-être de dilater le coeur humain à la mesure de toute la vie. Marguerite Yourcenar, L'OEuvre au Noir, Gallimard, Paris, 1968 ta main

On n'est pas libre
tant qu'on désire,
qu'on craint,
peut-être qu'on vit.

vent L'art ne peut exister sans une condition permanente de remise en question. L'approbation du public est à fuir par-dessus. Ce n'est pas ce que vous voyez qui est l'art; l'art c'est la trouée. Si quelque chose a un sens, peut-être en a-t-il encore plus répété dix fois. Seules les choses inutiles sont essentielles. Je ne crois pas aux choses je crois aux relations. Il n'appartient qu'à la pensée d'être ressemblante.