jueves, 18 de marzo de 2010

Opus 4 nº 3: Ostinato Internship in Private

cuando te hablan

An object, after all, is what makes infinity private. Joseph Brodsky, Watermark

de volver

Etimológicamente (objectum) significa “arrojado contra”, cosa que existe fuera de nosotros mismos, cosa colocada delante con un carácter material. Esta última acepción es especialmente valiosa en el cine de Isabel Coixet, donde los objetos suelen cruzarse en el plano, escamoteando protagonismo a los personajes, como si interrumpieran el tiro de la cámara hacia el sujeto protagonista de la acción. Isabel Navarro, “Los teléfonos dicen lo que los personajes callan. La elocuencia de los objetos en el cine de Isabel Coixet”

es como si además de
la instalación
el catálogo
el vídeo

La misma cosa se dice de muchas maneras que estamos culturalmente habituados a no aceptar oír juntas, mientras que son tota simul, a la vez en simultaneidad y en similitud. No es que esta misma cosa sea única o especial; allí está formada y transformada, remo y rastrillo, como se la llama. Barbara Cassin. Con el más pequeño y el más imperceptible de los cuerpos

(volver)



la rutina llegase
media vuelta o vuelta entera

Su cabeza se fue hacia lo doméstico, una serie no menos acompasada de gestos que no son nada por sí mismos (poner el lavarropas, sacar dos pollos del congelador, no olvidarse de, y después). Barbara Cassin, Con el más pequeño y el más imperceptible de los cuerpos, “¿Como un piloto en su navío?”

al mirar por el retrovisor

Pero no estamos hablando de ti.
Tú sólo existes en esta historia en la medida en que eres
testigo de sus pasos o,
para ser más precisos,
de sus gestos.
Tú das fe de sus gestos,
para eso estás aquí.
Lo que tú sientes,
lo que piensas no importa,
es irrelevante
.
Lo sabes y lo aceptas.

Sigamos pues.
Itziar Mínguez Arnáiz, Cara o cruz, “rutinas”



I'm thinking.

¿De qué fragmentos se compone lo que digo, lo que pienso, lo que escribo? ¿De qué fragmentos de la historia de todos, la historia que me hizo? Un resultado entre tantos con derecho a creerse especial entre todos, con derecho a creerse... Chantal Maillard, Husos. Notas al margen

I'm not:

El fragmento había aparecido en Francia en un siglo XVI desgarrado por guerras civiles y religiosas, como una forma mundana y a la vez anti-pedante, anti-sistemática, anti-filosófica y anti-teológica que aborrece cualquier sistema. Posee mayor circularidad, autonomía y unidad que el discurso elaborado, con sus transiciones sinuosas o cimentaciones torpes. Julián Mateo Ballorca, Pascal Quignard, riesgo, trance y ferocidad, prólogo a El lector

flujo vertical

¿Y todas esas notas al margen, esos textos escritos con la mano izquierda o no escritos en absoluto, esos evadidos de los libros o esos puntos en los éstos tropiezan y cuyos extravíos, zigzags, minúsculas inflexiones y agrietamientos inimitables y contingentes se estima -Schwob (escritor francés del siglo XIX) más que Plutarco- que, finalmente, constituyen la obra tanto como los textos mayores? Bernard-Henri Lévy, “De libros y elegías

contra el sentido horizontal de mesa puesta: primer plato, segundo plato y postre o desayuno, comida, merienda y cena

No porque su cotidianidad y la cotidianidad de esos otros medios sea la misma. Sino porque hoy estamos muchísimo más blindados contra la normalidad. Apenas nos la creemos. Y sabemos que hay algo increíblemente extraño en todos nosotros. Lolita Bosch, "Fantasías animadas"

Blogito, everstill
then,
just trishia,
impresión

viernes, 5 de marzo de 2010

Opus 4 nº 2: Ostinato Frozen Inner

An object, after all, is what makes infinity private. Joseph Brodsky, Watermark

en el detalle, la fractura y la enmienda de lo frágil en lo cotidiano:
abrir una alacena, la nevera


En el año 2000, la veterana Agnès Varda realizaba un gesto que condensa buena parte del devenir del documental en la última década. Mientras blandía una pequeña cámara digital, sus dedos, tratando de asir los vehículos que circulaban por una autopista, se convertían en un punto de mira que nos daba la nueva medida de las cosas: una cámara y un camión caben en la palma de una mano, ésta es la realidad que yo os muestro. Los espigadores y la espigadora contenía esa necesaria dosis de reflexión -ya autocrítica con una tradición- que ha dinamitado los principios de objetividad y sobriedad del documental hasta acabar desfigurándolo. Y quizás, no tanto para acercarlo a la ficción, puesto que estos años hemos visto cómo esta modalidad se ha parapetado en una negación: “no ficción”, una etiqueta que, en definitiva, recoge el desconcierto propio y ajeno; sino para ampliar sus límites y asumir, por fin, una serie de cuestiones antes vedadas de las que, en este somero repaso, destacaremos dos: la asunción de la propia subjetividad y la condición actoral de los personajes que participan en el film. Elena Oroz, "Pequeños gestos, enormes consecuencias", FUSIONES DE LA FICCIÓN Y EL DOCUMENTAL, Cahiers du Cinéma España, nº 31, Febrero 2010
además de
la instalación
el catálogo
el vídeo



y aun sin poder etiquetarla de "no ficción" no lejos del planteamiento de la reflexión de Elena Oroz, una película: Tres dies amb la familia. en ella, la narrativa de Mar Coll se articula contra la natural disposición al olvido que al hiperestímulo aturdidor de nuestra inmediatez hace frente como antídoto. construye su discurso desde un territorio no claramente delimitado que sería impreciso denominar memoria activando certeras estrategias de identificación y cuyos presupuestos son mecanismos de interiorización que articulan la ficción en un proceso cuyo carácter fragmentario aunado al nivel de extrañeza individual

Aquí no puedo ya continuar. No sé dónde ocurre fuera o si el texto está dentro, dentro fuera o si el texto está él mismo fuera, o si fuera está en el texto. He aquí lo que ocurre cuando se escribe lo que ocurre. Pero puedo decir aquí que estoy segura. Sí estoy segura de que estoy segura. Hélène Cixous, El amor del lobo y otros remordimientos

dificulta un intercambio con el exterior libre de conflictos. frente al impacto, la interposición de cierta distancia permite determinar la necesidad de anteponer la reflexión al precipitado devenir de lo simultáneo. cuando se adentra en esta visión macro de las relaciones, Mar Coll realiza una lectura rohmeriana, minimalista, de la proyección sentimental en los objetos desplegada por los protagonistas, en contacto directo con lo esencial del Wong Kar-Wai de Chungking Express pero con un estilo caracterizado por un despojamiento retórico antiefectista. recoge, así, el desamparo ante una alacena vacía a la hora de desayunar cuyo valor relacional trasciende a la esfera de lo personal

En este discurso, la lavadora parece la casa inmaterial de la conciencia, pero también un caparazón físico para el aislamiento. En la lavadora se limpia (y se agita) la ropa sucia, que es el síntoma físico de la intimidad. La ropa sucia es un objeto biográfico, tal y como lo describe Violette Morin, ya que es consecuencia del gusto, reafirma la individualidad y se deteriora con la experiencia. En el cine de Isabel Coixet los personajes llegan cargados con un saco de ropa sucia a esas lavanderías públicas que no tienen rincones y obligan a la convivencia. Las lavanderías se organizan como espacios cuadrados con las máquinas en el centro, las secadoras en un lado y unas grandes cristaleras a la calle, como escaparates, donde los personajes exponen sin querer parte de su secreto. Isabel Navarro, De los que aman: el cine de Isabel Coixet, “Los teléfonos dicen lo que los personajes callan. La elocuencia de los objetos en el cine de Isabel Coixet”