miércoles, 26 de mayo de 2010

biopsia (una muestra)

Teje, tejedor del viento (Joyce)
Sílvie Rothkovic, “L'altre no

leer a Rodney Graham

Si bien Graham se apropiaba al principio de las obras e ideas de otros, ha desembocado en un proyecto de autoapropiación en que los autorretratos -abiertos, disfrazados, ocultos o alegóricos- juegan un papel central. Con todo, ese proceder tiene una relación apenas tangencial con la psicología, el autoanálisis o conceptos similares. La autocaracterización como personaje y la actuación han de entenderse en la obra de Graham ante todo como una posibilidad para mantener la contemplación de la modernidad inacabada en un equilibrio tan precario como gozoso entre afirmación y conjetura, entre autoridad y amateurismo. La observación participativa como único camino viable. Julian Heynen, “Una especie de autor” en el catálogo Rodney Graham, A través del bosque

me hace levantarme a por el libro robado de Dora García: «Si tiene este libro en sus manos, probablemente se encuentra en una exposición, en una sala dedicada a la artista Dora García»



Así, la máquina textual -la máquina de escribir- que Graham sitúa en el oculto seno de la habitación vacante cuya territorialidad el mismo relato (rizo barroco donde los haya) describe, o más bien postula, ronronea con el soniquete de esa maquinaria cuya espontaneidad y eficacia se retroalimenta en un proceso de autoescritura en el que el deslizamiento del significante es al mismo tiempo motor y resultado -llámesela, con siglado sigilo, ics, ciega productividad de todo (in)pensamiento, negra eficacia de todo trabajo de la producción de (in)conciencia. José Luis Brea, Nuevas estrategias alegóricas, “Are you kidding, man?

aunque en realidad la idea era recoger el hilo de una lectura de lecturas y convertir una muestra de publicaciones de actualidad en contexto (o, mejor, marco)

Y a pesar de que infatigablemente seguimos reflexionando sobre en qué clase de lectores, de observadores, de escritores y de productores de imágenes estamos convirtiéndonos, cada vez experimentamos más el vértigo de estar expuestos y atravesados por millones de historias a una demoledora velocidad.
Estamos hechos de la misma materia de esos relatos.
Ya no leemos ni vemos ni oímos ni escribimos del mismo modo, aunque tengamos la impresión de que todo sigue más o menos como siempre. rafael cippolini, "Mi abuela era cyberpunk"



apenas escribiendo: hoy es sábado 8 de mayo. desayuno con Babelia nº 963. en “Romper los marcos mentales”, Josep Ramoneda reseña Marcos de guerras. Las vidas lloradas de Judith Butler. recoge este fragmento:

Lo que limita quién soy es el límite del cuerpo, pero el límite del cuerpo nunca me pertenece plenamente.

y se pregunta: «¿de qué manera las normas que rigen qué vidas son consideradas humanas entran en los marcos mediante los cuales se desarrolla el discurso y la representación visual, y cómo estas delimitan u orquestan a su vez nuestra capacidad de respuesta ética al sufrimiento?»



continúo la lectura del suplemento. Manuel Cruz, escribe en “Un filósofo cosmopolita” sobre Los remanentes del ser. Ontología hermenéutica después de la metafísica de Santiago Zabala:

Un pensamiento que rechaza los modos rígidos y esencialistas de entender el Ser (y que, en ese sentido, se hace plenamente merecedor, en sintonía con los tiempos en los que se inserta, del calificativo de posmetafísico) sin por ello abandonar el concepto, aunque inclinándose, eso sí, por concepciones más fluidas, maleables y adaptables del mismo. Probablemente constituya ésta la única manera hoy a nuestro alcance de no dar por definitivamente perdida la vieja pregunta filosófica por el sentido de lo existente.

y Féliz de Azúa en “La filosofía en el vertedero” siguiendo a José Luis Pardo en Nunca fue tan hermosa la basura, afirma de «[...] los cuerpos-basura que deben ser reciclados constantemente mediante implantes, cirugía, culturismo, o con tatuajes y piercing si son económicamente débiles»



Para ser más humano, sería preciso cada vez escribir el libro que estamos viviendo o leyendo. Hélène Cixous, El amor del lobo y otros remordimientos, “El libro negado

jueves, 6 de mayo de 2010

side 2: música ligera (dieta monográfica)

se abre una alacena en Hong Kong, un garaje en USA - VOE (Nocilla Experience, Fernández Mallo): inerte efecto mariposa. botes de piña caducados o cajas de Corn Flakes tradicional



Gondry adopta como título el verso «The eternal sunshine of the spotless mind», traducido libremente (Anglo-Saxon poetry free) como Olvídate de mí. no, no es bulimia la lectura compulsiva

Solo lo estoy leyendo porque, desde pequeña, me produce placer acumular saberes innecesarios. Y porque, después de todo, ¿acaso alguien puede saber de antemano qué será necesario y qué no lo será? Wislawa Szymborska, Lecturas no obligatorias, “A SANGRE FRÍA

de fechas de caducidad pero la dieta monográfica pautada para eliminar una alerta de la agenda (libertad sentimental condicionada a la deglución), puede ser síntoma de Anacronismo: «viviendo solo sólo leo fechas de caducidad»



Generalmente los recuerdos de infancia funcionan a la manera de la épica tradicional, aunque en escala subjetiva: remiten a una edad originaria, a un pasado artificialmente «remoto», para disimular inquietudes del presente irresuelto. A veces son recobrados bajo una nueva luz, transformados en obra artística encargada de redimir la inocencia de la edad perdida. Santiago Auserón, “La materia de los signos

la portada está customizada con un paisaje invernal en formato vertical que ha terminado por devenir familiar. la imagen, arrastra esqueletos de folletos turísticos atravesados una y mil veces

Para relajarse, naturalmente, se permite poner música. Pero debe ser una música ligera, con poco volumen y que acompañe bien a la posición en cuclillas. Wislawa Szymborska, Lecturas no obligatorias, “EN LAS GARRAS DEL RELAX

tijera en mano. abrir la caja, sacar la cinta: 2 INDEX «MUSICA LIGERA HASTA 20 – COMPLETA» aunque tardes en encontrar el walkman el alimentador las pilas

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El Chasis C-60 PHILIPS le permite 60 (2x30) minutos de registro

sólo con contar después del tres viene el cuatro y suman tres aunque el calendario diga veinticinco, al ritmo de ese día que te habrá impedido pensar,


suena Philips C-60 SANYO Compact Cassette

Después de cerrar la tienda, ya a solas, Humberto ha desmontado cada una de sus cintas de casete, ha salido afuera, y comenzando por la base para terminar por el tejado, ha ido encintando por completo el exterior del almacén, una vuelta al perímetro y otra vuelta y otra vuelta, desenroscando las cintas de sus ruedecitas, subiendo y subiendo ayudado por una escalera sin dejar al fin a la vista ni la más mínima superficie de las 4 fachadas. Después se ha sentado a observar toda la noche esa gigantesca caja de voces mudas recortada contra la oscuridad del cielo, su leve aleteo al paso del viento, la otra música emitida por ese envoltorio magnético-sonoro. Cuando se canse, lo más probable es que le prenda fuego. Agustín Fernández Mallo, Nocilla dream

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