viernes, 29 de octubre de 2010

pre-position n. 3: ON

con Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives en mente,



La maravillosa idea de Antonioni para el final de la película fue filmar a los mimos que juegan al tenis sin el signo que da sentido al juego: la pelota. Si el signo es invisible, ¿queda sólo la representación, la ilusión? Diría que Blow Up muestra la idea contraria: que el cine es lograr que lo invisible aparezca en la mente del espectador. Cuando los mimos lanzan la pelota imaginaria fuera de la pista, y la cámara sigue su recorrido invisible, el fotógrafo -y el espectador- es invitado a completar el juego, a pasar de ser un sujeto pasivo a ser un actor capaz de creer en la pelota, cogerla y devolverla a la pista. Gonzalo de Lucas, "Pensar entre imágenes", Cahiers du Cinéma nº 37, septiembre 2010

siguiendo a Carlos Losilla, Después de la muerte del cine,

Pensar lo que se ha pensado sobre algo pensado previamente: he ahí el acto del pensamiento en su más pura energía errabunda, en su vagabundear hasta el límite sin dar crédito jamás a lo que encuentra. Por una parte, hay que detenerse en algún lugar para impedir el colapso. Por otra, hay que volver a pensar esa detención como lo que es, como el salvamento de uno mismo, del sujeto que piensa, y no dejar que nos venza la creencia de haber encontrado la verdad. Carlos Losilla, “La invención de la modernidad"

«entre el placer del relato y la evidencia de su condición fantasmagórica»

Blow Up Blow Up condensa, de muchas maneras, una historia de la era de la imagen y de sus tecnologías. Una historia que va desde la génesis de la contracultura hasta la cultura visual de nuestros días. Una historia, también, de la deriva migratoria de la creatividad: dos latinoamericanos en París, un italiano en Londres, un catalán en Harvard. Una historia de lo que esta época puede construir y, también, de lo que es capaz de arrasar. De aquello que puede escribir y de aquello que puede borrar. De lo que puede revelar y de lo que puede desaparecer. Iván de la Nuez, Blow Up una síntesis de la era de la imagen

pensar si de alguna manera Apichatpong Weerasethakul estaría jugando el rol chamánico de Beuys pero no, no porque no sea así, en efecto

Ahora conozco ese gran susto de estar viva, teniendo como único amparo exactamente el desamparo de estar viva. De estar viva –sentí– tendré que hacer mi motivo y tema. Con delicada curiosidad, atenta al hambre y a la propia atención, pasé entonces a comer, delicadamente viva, los pedazos de pan. Clarice Lispector, Descubrimientos. Crónicas inéditas,Fragmento
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